Entre los diferentes tipos de abrasivos utilizados para el pulido de suelos, los de diamante son la mejor opción para restaurar el suelo y obtener una superficie prácticamente nueva.
Con el pulido diamantado de suelos se renueva la superficie deteriorada eliminando rayas producidas por el desgaste dejando el suelo mejor preparado para el cristalizado. El pulido diamantado es un sistema rápido y limpio, se pule con una máquina pulidora de suelos equipada con abrasivo diamantado de grano fino eliminando restos de tratamientos anteriores ceras y productos utilizados para la limpieza y mantenimiento del suelo, incluso pequeñas rayas producidas por el desplazamiento de muebles.
Una vez pulido, el suelo está preparado para abrillantar o vitrificar y obtener un resultado duradero
Alternativamente para el tratamiento de pulido diamantado se puede utilizar una máquina rotativa abrillantadora, montando accesorios para los abrasivos de diamante.
Los suelos de mármol y terrazo son pavimentos duros y resistentes al tránsito, eso no significa que no necesiten ningún cuidado ni mantenimiento. Con el paso del tiempo un suelo que continuamente está soportando el paso de gente, que sufre el roce de abrasivos como las suelas de los zapatos, cambiará de aspecto y perderá la textura fina y uniforme que presentaba cuando estaba recién pulido y abrillantado.
El tratamiento de micro-pulido también llamado "pulido diamantado", es un pulido fino, un pulido superficial con abrasivo diamantado, pero lo suficientemente agresivo para cambiar la textura del suelo y sólo con un paso conseguir resultados sorprendentes en suelos viejos y desgastados.
El pulido diamantado es muy aconsejable para suelos que han sufrido un desgaste apreciable y requiere de un pulido para renovar la superficie dañada. El pulido diamantado se complementa con el abrillantado vitrificado, formando una superficie nueva y brillante. Con el tratamiento vitrificado sobre un suelo protegido el producto cristalizador renueva la superficie del suelo cerrando el poro y creando una fina capa protectora brillante, limpia y vitrifica pero no repara el suelo dañado, dando como resultado final un abrillantado defectuoso. Cuando el suelo de la vivienda se desgasta y estropea lo suele hacer de manera irregular, apreciándose una gran diferencia entre en las zonas de tránsito y en las zonas donde no se pisa por ejemplo debajo de muebles etc.
El diamantado, es el tratamiento idóneo para restaurar el brillo en viviendas, oficinas, colegios, centros de salud y en cualquier zona donde el suelo presenta un desgaste apreciable y ha perdido el brillo completamente.